Estaba en la depre y no tenia ganas de salir pero mi yo racional no me dejaba en paz: “No saliste el viernes porque estabas cansado”, “tienes que olvidarte de ella, desde un principio todo te indicaba que no iba a funcionar incluso las estrellas te lo decían” ,“Si sales solo puedes ganar y en el peor de los casos terminas como si no hubieras salido”, etc. Y aunque no tenía ganas de jugar a los números me bañé y me vestí de negro as usual, decidí caer primero a un bar que quería conocer donde anunciaban ambiente cumbiacheron pero al pasar por el lugar no se veía claro como estaba el asunto y no había lugar donde estacionarse así que decidí ir al Republica.
Al entrar el lugar estaba a un tercio de su capacidad y me aposte en la barra donde pensé podía observar la mayor parte del lugar, había algunos grupos mixtos de jóvenes pero la mayoría de mesas estaban ocupadas por grupos del mismo sexo para variar, había por lo menos 4 mesas de chavas solas que estaban pasables, junto a mi en la barra se sentaron dos señores tirándole a los 40, en la barra de enfrente estaba otro parroquiano canoso que ya había visto anteriormente allí solo a los cuales mis vecinos reconocieron como un divorciado al que podrían invitar a otro antro porque sabia bailar. Para variar nadie en el lugar se movía de sus lugares ni intentaba hacer contacto con alguien del sexo opuesto, solo había un pelón que ya estaba entrado en copas quien se aproximó a una pareja que estaban en un extremo del lugar justo frente a mi, platicó un rato con ellas y después se regreso sin éxito al lugar de sus compañeros. Junto al divorciado se sentaron 2 niñas muy preciosas una de ellas rubia con unas piernas maravillosas pero el no hizo nada por tratar de hacer contacto con ellas ni con las dos niñas que estaban a su izquierda, que desperdicio pensé yo.
Yo ya había identificado 2 potenciales mesas donde podría caer pero quería primero ver si podía conseguir alguien que me hiciera el paro, en una mesa había 3 que bailaban en su lugar y la otra mesa era la de las dos chavas con las que el pelón había platicado, pero los dos vecinos no mostraron ningún interés así que decidí aprovechar que una de las dos chavas en la mesa seleccionada había ido al baño y me acerqué con la que se había quedado allí, mi estrategia era la de pasar 3 minutos platicando con ella, pedirle su teléfono e irme, ella se porto accesible me dijo que se llamaba Andrea y que su amiga, otra Mónica para variar, había ido al baño porque su peor es nada (que resultó ser su marido) le había llamado, platicamos un poco y cuando llegó su amiga decidí que era el momento de irme ya que la situación con su amiga allí se volvía incomoda así que le dije a Andrea que me diera su teléfono para llamarle después (como estaba planeado) lo cual hizo después de pedirme si las podía llevar a su casa ya que vivían cerca de donde yo vivo, lo cual acepté sin problema pero Mónica dijo que quería terminar su bebida (que estaba casi llena) antes de irse así que hubo que esperarla, en eso empezó a escucharse una cumbia así que invité a Andrea a bailar y después Mónica pidió bailar conmigo y es aquí cuando lo curioso de la noche empezó, los que se encontraban en sus mesas y no se atrevían a acercarse a ninguna chava decidieron que si yo pude acercarme a Andrea y a Mónica ellos también podían, se acercó primero el divorciado quien fue rechazado por Mónica diciéndole que yo me molestaba si ella bailaba con él! Llego después un señor ya grande a bailar con Andrea y como gratitud les invitó un trago a las dos. Por fin una hora después salimos del lugar y las lleve a sus casas, solo queda llamarle a Andrea durante la semana. Y si, si gane algo al no quedarme en casa.
"Days are numbers, watch the stars" Alan Parsons Project
Sunday, September 04, 2005
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