Wednesday, November 16, 2005

Un día cualquiera

Ella me sonrió cuando nos cruzamos por uno de los pasillos de la oficina, yo no hice nada consciente para provocar esa reacción, en realidad yo iba sumido en mis pensamientos y ni siquiera pensé en saludarla al pasar frente a ella, las experiencias anteriores donde habíamos coincidido ella había rechazado cualquier intento que yo hiciera para iniciar una platica informal como cuando esperábamos que nos atendieran en el centro de copiado o me la llegaba a encontrar en el supermercado. Segundos después al cruzarme con otra chica a la que solo conocía de vista, y con la que nunca había tenido contacto, también me sonrió al pasar frente a mí. ¿Qué estaba pasando?

Anteriormente la única chica que me sonreía era aquella que sabiendo las reacciones que provocaba en todos los empleados varones tenía la fama de flirtear al pasar frente alguno de ellos con la sola intención de provocar reacciones incontrolables como sonrojamiento a quién osara cruzarse por su camino, pero ese no era el caso esta vez.

Entonces, ¿Qué provocó ese cambio de actitud? No lo sé todavía pero tengo una hipótesis y es la de que al haber bajado yo 4 kilos en las ultimas dos semanas la imagen que proyecto ahora es distinta, mi “panza de cervecero” has disminuido considerablemente y tal vez ya no parezco un hombre casado como ya me habían comentado. ¿Acaso fui discriminado por tan solo 4 kilos de sobrepeso?

I never forget a face, but in your case I'll be glad to make an exception. - Groucho Marx

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