Acabo de cambiarme de oficina, ya no tengo que conducir hora y media diariamente (40 minutos de ida y 50 de vuelta), a cambio tengo que compartir celda con otras 3 personas con las cuales tengo nada en común, a una le da por cantar a gritos “La Guadalupana” en sus momentos mas tranquilos, otra es una adicta al trabajo que cría a su hija por teléfono y el tercero llega tarde, se va temprano y no habla durante todo el día. La vida en las grandes corporaciones tiene su precio, un libro que me advirtió de eso es el libro de Scott Thomas “El Principio de Dilbert” (hay una versión en español pero no encontré una liga adecuada asi que aquí esta la liga a la version en inglés), cuando lo leí creí que todo era broma pero resultó que está escrito basado en hechos reales (demasiado reales diría yo), sucede lo mismo con los monero actuales que solo esperan a que el presichente Fox habrá la boca para tan solo tener que dibujarlo y sin cambiar palabra alguna ya tienen una tira cómica sin esfuerzo. Si no quieren leer el libro pero tener una aproximación a la tira cómica de Dilbert aquí está el link.
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